Ya está, lo tengo clarísimo, lo he consultado con la
almohada y en el horóscopo (me ha costado recordar de que signo soy) y he
resuelto que de este año no pasa, si sigo retrasándolo, tal vez llegue tarde y
me pase toda la vida siendo pobre, para morir rica, así que el día 22 de este
mes, ha llegado mi momento y sin ninguna duda ¡ME TOCA LA LOTERÍA!

Bueno, el caso es que cuando me voy acercando a la
ventanilla, me surge un importante dilema: ¿Qué número compro? Hay tantos.
Venga, venga… piensa rápido que te llega tu turno y estás totalmente indecisa, ¡Uf!...
si solo hubiera uno no tendría ningún problema. Claro, pero tengo que decidirme, no puedo
comprarlos todos, con eso no arreglo mi economía, más bien la destrozo.
-¿Qué número le doy? Me pregunta la dependienta
-Deme el que Vd.
quiera, sea el que sea ¡me va a tocar seguro! Le respondo, y... me he quedado tan ancha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.