jueves, 30 de junio de 2011

Ex (que fue y ha dejado de serlo)

Voy por la calle charlando con mi vecina,  vivimos una enfrente de la otra desde hace 25 años, en un momento dado, nos cruzamos con una jovencita que a mí me resulta familiar, mi vecina se detiene, la saluda, habla con ella y cuando vuelve conmigo me pregunta:

¿No la conoces?, es mi ex nuera, la ex novia de mi hijo, la has visto muchas veces.

Yo, con mi poca diplomacia y sin ninguna memoria para las caras, contesto ¿Cuál de ellas?

Mi vecina se ríe y dice ¡la segunda, creo!¡hija, hoy en día con tantos ex, es un lío!

Al `poco nos separamos y yo, que cuando cojo el hilo de una idea no dejo de darle vueltas hasta que formo un ovillo, pienso: ¡desde luego, pocas personas hay que en estos momentos,   no tienen algún tipo de ex!
Hace unos años,  empezabas a trabajar y te jubilabas en la misma empresa, prácticamente te casabas con el primer novio que habías conocido, te comprabas una casa y te morías en ella. Ahora, esto ocurre cada vez menos, parece que practicamos la obsolescencia (aquello de la duración limitada) hasta en el terreno personal, y con 25 años de vida, ya se tiene una retahíla de ex, que no solo afecta al individuo en sí, porque cuando una pareja termina, la lista de ex que se crea es enorme, atañe a toda la familia política (ex suegra, ex cuñado, etc.). Si eso lo multiplicamos por todas las relaciones fallidas que se dan a lo largo de la vida de una persona, el inventario aumenta y no digo nada, si incluimos los ex que aporta cada nueva pareja, la maraña ya no hay quien la desentrañe…

¡Madre mía! ¡basta! no puedo continuar, mi cerebro se bloquea sólo de imaginarlo, me falta espacio para tanta gente. Mejor pienso en otra cosa.

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