El Día

EL DÍA

 Autor::RAFA JOVER La sociedad en la que vivimos se ha impregnado de las celebraciones de todo tipo: sociales, sanitarias, económicas, profesionales, deportivas, festivas, religiosas y así hasta el infinito. No hay día que pase que no tengamos que celebrar algo. Los presentadores de los telediarios, cada día, entre las muchas noticias que nos ofrecen, nos anuncian: "Hoy celebramos el Día deÉ". Para darle más importancia a la celebración del Día de turno se le añade Internacional y ahí sí que nadie es capaz de rechistar, ya que esto viene de fuera y si es así es más importante que lo de dentro.
Así tenemos una larga lista de "Días": el de la dona trabajadora, en la actualidad reconvertido en el de la mujer; el de la familia; el del niño; el del adulto; el del joven; el del mayor; el de la tercera edad; el del dependiente; el del Domund; el de la lucha contra el hambre; el de la banderita; el de la lucha contra el sida; el de los enfermos deÉ y aquí una larga lista de enfermedades; el día del agua; el de sin coches en nuestras ciudades; el del peatón; el del ciclista; el de los moteros; el del patrón del santoral de todas las profesiones clasificadas en el mundo laboral; el del obrero; el del patrono; el del patrón, también del santoral, de los pueblos y ciudades; el de la provincia; el de la Comunidad; el nacional; el de la Constitución; el de la Republica; el del Libro; el del derbi; el del "clásico" Barça-Madrid y viceversa; el de la final de Copa; el de la Champions; el del Mundialito y así hasta el infinito.
Me temo que nos faltan días. El almanaque ya se ha quedado corto. Sus 365 días y sus 12 meses ya no dan para tanto y para tantas celebraciones, de ahí la necesidad de que las autoridades competentes se reúnan a la mayor brevedad posible y estudien la posibilidad de ampliar el número de días y meses. El año bisiesto, cada cuatro, es insuficiente, ante la posibilidad de que en un futuro cercano los "Días" aumenten con el Día del parado; el de los viudos; el de los huérfanos; el del político; el de los cargos de confianza; el de los "presuntos"; el de los "corruptos"; el de los "desasistidos"; el de los indignados; el de los votantes; el de los electos; el de los sentenciados; y así, hasta más de lo infinito.

Fuente:http://www.diarioinformacion.com/opinion/2011/12/20/dia/1203684.html